En esta época el baloncesto ha bajado muchos enteros en la ciudad. El Séneca ya no es un sitio donde ir a jugar seguro de encontrar gente. Por la zona sólo se salva el colegio AlAndalus. La mayoría de los antiguos Chickens han terminado sus estudios universitarios, en los que habían estado enrolados en los distintos equipos de cada facultad. La alternativa para todos ellos era o tratar de entrar en un equipo federado o conformarse con las pachangas.
En este contexto se empieza a escuchar que el patronato quiere activar una liga municipal de categoría amateur, siempre y cuando se inscriban suficientes equipos. Rápidamente Jorge, empieza a hablar del tema con compañeros habituales de las pachangas del AlAndalus, como Manolo Rodríguez, su hermano Óscar, que ha dejado el baloncesto de alto nivel, David Quesada y Rafa Castro. La cosa sigue adelante y todos empiezan a reclutar jugadores. Se unen los Chickens de la primera etapa José Luis Vega, Maqueda, Ángel López, y Luis Fernando. Óscar avisa al hermano de José Luis Vega, Rafa Vega, que enseguida se une al proyecto. Pero a partir de aquí empiezan a sonar nombres que pueden hacer que el equipo suba mucho en cuanto a calidad. Óscar habla con Dani Bohollo, uno de sus antiguos compañeros en Salesianos, y le dice que se apunta, y que puede venirse también Alberto Cózar, con lo que el equipo pesca a los dos jugadores más altos que ha tenido, ambos con más de 2 metros. David recluta a Manu Carrasco, jugador que había pasado por la cantera del Carmen. El último en unirse al proyecto es David Carmona, con experiencia EBA, y una gran habilidad para botar el balón. Lo que había empezado como un proyecto sencillo se había convertido en un equipo con aspiraciones a todo en la liga.
Para la liga necesitábamos una pista, y fue Ángel López el que se decidió a hablar con el director del colegio Europa, que era el padre de su amiga Rocío. El director se mostró muy colaborativo y el colegio se convirtió en nuestra pista para las dos temporadas. Nos dejaron incluso las llaves del la luz, pues los partidos se disputaban entre semana a partir de las 20:30.
A los partidos se presentaban muchas veces los 14 jugadores, por lo que había que dejar fuera a dos de ellos, uno de los sacrificados era siempre Jorge, que hizo las veces de entrenador, el otro solía ser Luis Fernando.
La temporada empezó de forma arrolladora. Nuestra fortaleza debajo era incontestable, y los partidos nos duraban un cuarto. Pronto Manu empezó a salir a recibir el balón y se erigió como el anotador del equipo.
El primer partido importante llegó contra Veteranos Bar Moriles, un equipo de fortaleza interior equivalente a la nuestra, con experiencia en distintas categorías del baloncesto federado, en el que destacaba Ángel Cortés, que daba miedo a los rivales desde el primer contacto. Pero ahí surgió la figura de Alberto Cózar, que completó la mejor actuación de se recuerda de un jugador del equipo. Lo paró en defensa, poniéndole varios gorros, alejándolo de canasta, donde perdía mucho enteros, y desquiciándolo hasta que se cargó de faltas. En ataque los volvía locos. Al final se consiguió la victoria que mejor sabor nos dejó en toda la temporada.
Pero tras esta victoria nos empezamos a creer superiores, y la convocatoria iba bajando de efectivos, hasta llegar el partido contra Unicor, en el que se dieron todos los factores para que se complicase la temporada. PAra empezar Dani y Alberto debieron comprender mal el día y hora del partido, y no se presentaron, por mucho que Inma fue a buscar a Dani, éste no llegó a Tiempo, y a Alberto fue imposible localizarlo. Manu estaba malo, aunque acabó jugando al ver que era necesario, David Carmona no se presentó. Total, que un equipo acostumbrado a que los máximos anotadores sean algunas de sus figuras tiende a que le vaya contrayendo la mano en ataque, y así fue. Perdimos el partidoy, al tratarse de una liga a una sóla vuelta, necesitábamos ganar todos los partidos para clasificarnos.
Todos sabíamos que el principal escoyo era Miralbaida, en el último partido, y fuera de casa, en el Churuca 2. La pista es de lo peor iluminado que había en toda la liga. Si no la conoces, te quedarás deslumbrado desde algunas posiciones, y si no ves bien, allí no ves. El partido empezó bien, con alternancias en el marcador. Ellos tenían buen juego interior, con Pablo y Jota y mejores tiradores de fuera que nosotros, como Fran, con un Rider con facilidad para cortar la zona y anotar. Su inicio del tercer cuarto fue excelente, y se fueron en el marcador, pero un genial Rafa Vega, que cuajó su mejor partido en los Chickens, contestó con un par de triples que igualaron de nuevo el partido. A partir de ahí empezó a intervenir el factor campo: invasiones de la pista, llegando a tocar a los jugadores, insultos, escupitajos, y unos árbitros que quisieron desaparecer. El juego se endureció mucho por parte local, se acabó el baloncesto y empezó la triquiñuela. Nuestros jugadores, desquiciados, incluso discutían en el banquillo. Derrota y nos quedábamos fuera.
Mal colofón para una temporada en la que para nada había aparecido el auténtico espíritu Chickens. Jugadores que querían que el equipo se preocupase por ellos en lugar de preocuparse ellos por el equipo, nada de espíritu de grupo, egos,... Y todo para acabar fuera de unos play offs para los que se clasificaron Unicor y Miralbaida, que a la postre fue el ganador.
Tras la mala experiencia del año anterior no había muchas ganas de volver a montar el equipo. Al final acabó saliendo más por inercia que por otra cosa. Abandonaron el equipo Alberto Cózar, y Dani, aunque este se inscribió inicialmente y nos dejó nada más empezar la temporada. David Quesada, Manolo y Óscar quisieron probar en Posadas federado. Rafa Castro no quiso volver a saber nada de un equipo en el que no había tenido minutos y con el que no se lo había pasado bien. David Carmona se apuntó y no llegó a jugar.
Contamos con las incorporaciones de Luis Miguel Bueno, Coca y Juan Carlos García. Juan Carlos sí que hizo migas con el equipo, cogió su filosofía, disfrutó e hizo disfrutar a sus compañeros. Las otras dos incorporaciones no acabaron de entrar, apenas se relacionaron.
El equipo había bajado muchos enteros, y no pronto se vio que no aspiraba a nada. el año pasaba con más pena que gloria, con igualdad de partidos ganados y perdidos.
Tras frustrante temporada anterior, el equipo se renovó casi al completo. Manu prefirió probar con universitarios, Ángel, Luisfer y Maqueda abandonaron el equipo, más pendientes de su mundo laboral. Coca y Luis Miguel Bueno no se reincorporaron. Volvieron al equipo Manolo y David Quesada, y los fichajes fueron los excompañeros de instituto Fran Cañadillas, Pinto y Villacé, y los excomponentes del AlAndalus juvenil Jesús REgodón, Luis GAllardo y Pablo Centella.
La liga pasó a estar muy mal organizada. Los árbitros dejaron de ser federados para pasar a ser jugadores de otros equipos. Apenas partidos. Casi no hubo tiempo de jugar cuando acabó la liga.
Para recordar,... la victoria contra AlAndalus en su campo, y poco más.
Parecía claro que se acababa una nueva etapa. La ilusión había desaparecido en el equipo. La gente no se preocupaba, la organización de la liga dejaba mucho que desear. Era hora de dedicarse a otros menesteres.
Esta etapa pasará a la historia como la peor en los Chickens.