Chickens

Partido para olvidar. Nos enfrentábamos a un rival al que habíamos ganado la temporada anterior. Lo que debería darnos algo de tranquilidad, supuso desde el principio una losa, que no nos pudimos quitar en ningún momento del partido.

El primer cuarto fue malo, sólo anotamos 4 puntos, y nos salvamos porque nuestro rival no había conseguido anotar nada más que 7.

La bola se movía de forma estéril, en paralelo, con todos los jugadores muy estáticos y si apenas movimientos sin balón. Costaba un mundo anotar. Paco fue el único capaz de encestar en el segundo cuarto, desde la línea de 3, pero a final de cuarto ya perdíamos de 9. La defensa no era mala, pero anotar 7 puntos en dos cuartos no da para más.

El tercer cuarto fue una mera continuación de los dos anteriores. Cuatro puntos, y cada vez la moral más hundida. Estaba claro que este no iba a ser un día para recordar. Nadie encontraba su juego, todos estábamos fuera de sitio.

El último cuarto pudo ser la peor tortura. Una sucesión interminable de faltas, provocadas por una falta técnica al rival, que hizo que el listón de contacto se redujese al mínimo. Cada vez que intentábamos apretar un poco acabábamos mirando como lanzaban tiros libres. Al menos sí que conseguimos anotar más canastas, hasta 14 puntos, muchos de ellos de puro coraje, en acciones individuales. La derrota al final fue por 16 puntos, excesiva para dos equipos que deberían haber estado mucho más parejos.

Es la primera vez que jugamos tan mal contra un equipo que no nos presiona. Hay que analizar lo ocurrido y remediarlo pronto, o se nos puede hacer muy larga esta liga.