Chickens

Partido que enfrenta a estilos de juego totalmente distintos. Nuestro juego pausado contra la intensidad contínua de un equipo jóven como Clínita Dental Prieto Ciudad de Córdoba. Aquel que logre imponer su estilo será el que tendrá más posibilidades de llevarse la victoria.

Comenzamos bien, atacando su aro y aprovechando nuestra mayor altura y peso. Ciudad de Córdoba no se arrugó y rompió nuestra zona a base de tiro exterior. A falta de un par de minutos para acabar el primer cuarto ambos equipos habíamos demostrado nuestras armas y el partido se mantenía igualado. Es en este momento cuando llega nuestro primer bajón, un parcial demoledor, aprovechango nuestras pérdidas de balón pone a Ciudad de Córdoba con ocho puntos de ventaja.

El segundo cuarto se parece bastante al comienzo del primero. Nosotros luchamos para igualar el partido, pero cuando estamos cerca volvemos a encajar un pequeño parcial y nuestro rival sigue mandando en el marcador.  Sólo Óscar parece estar metido en el partido, y hace falta algo más si queremos llevarnos la victoria.

Tenemos claro que el partido pasa por mejorar mucho en defensa. Hemos encajado 32 puntos en dos cuartos, y eso es demasiado. Salimos más intensos, y eso nos permite robar más balones. David comienza a ayudar algo en la anotación y ponemos nervioso al rival. A falta de un minuto para el final del tercer cuarto empatamos el partido, y parece que la inercia nos va a llevar a la victoria. A final de cuarto estamos tres abajo, pero el panorama es esperanzador.

El comienzo del tercer cuarto es un desastre. Todo lo que hemos hecho bien comenzamos a hacerlo mal. Óscar y Álvaro se cargan de faltas y tienen que sentarse, lo que podría ser positivo para tomar aire, pero el equipo que queda en pista no es capaz de hacer nada positivo. La ventaja va creciendo, no por acierto anotador de Ciudad de Córdoba, sino porque no anotamos nada más que una canasta en todo el cuarto, y así es imposible. 

Al final se impone Ciudad de Córdoba, y quedamos tocados, porque era un partido de nuestra liga y lo teníamos controlado. Solo queda aprender de los errores. Perdemos un total de 35 balones, todos los jugadores tienen al menos una pérdida, y los dos bases suman 17, está claro que es la faceta más clara a mejorar, para ello no debemos dejar llevar por las prisas y tratar de imponer nuestro juego. Los tiros libres siguen siendo lamentables. Debemos aprovechar más a nuestros jugadores más acertados y, en general, leer mejor el partido.