Chickens

Llegamos a la recta final de la liga. Es momento de dar los poco que nos quede por dar y quedarnos con buenos recuerdos para la siguiente temporada, lo malo es que los rivales que quedan son muy complicados y a nosotros nos queda poco por dar.

Para este penúltimo partido sólo conseguimos reunir a 8 jugadores. De hecho, a la hora del partido sólo hay 2 jugadores en la pista. Esperamos a juntar 5 y con los 5 primeros jugadores en llegar comenzamos el partido. Por supuesto, como era de esperar no cae el primer parcial antes de darnos tiempo a pestañear (8-0). A partir de este momento, ya con el calentamiento hecho y con Moriles muy relajado, comenzamos a ofrecer nuestros mejores minutos. El rival tiene una ventaja física indudable, son más altos, salta más y corren mucho más, pero las energías de Ramón nos animan a todos los demás a luchar con todo lo que tenemos y mantenemos la distancia, incluso recortamos.

A principios del segundo cuarto llegamos a pornernos a un punto. El entrenador rival pide tiempo y aquí se va a acabar toda nuestra resistencia. Moriles sale mucho más metido en partido, sube uno o dos puntos la intensidad y nosotros, cortos de plantilla y de físico no podemos hacer mucho más que tratar de no descomponernos. El final del segundo cuarto llega pronto y el marcador aún parece remontable, aunque en todos los jugadores está la sensación de que, en realidad, Moriles nos va a arrollar en cuanto pisen el acelerador.

Los dos últimos cuartos confirman nuestros temos y apenas conseguimos anotar. Al menos mantenemos la suficiente intensidad defensiva para que Moriles siga en anotando por debajo de veinte puntos por cuarto.

En los últimos minutos va a llegar una lesión en nuestras filas. Merino se daña el dedo y nos deja aún más mermados para el final de temporada.