Chickens

Nos visitaba el actual campeón de liga, un equipo con muchos centímetros, compensado con gente rápida que iba a poner a prueba a nuestro equipo. Nuestro equipo respondió bien durante 3 cuartos, en el primero incluso fue superior y acabó por delante, pero contra un equipo de estas características no puedes perder la concentración en ningún periodo, y el segundo cuarto resultó letal.

Empezamos temerosos de la altura de nuestros rivales, nuestros pivots no se atrevían a jugar como saben. Roberto fue el primero que se atrevió a entrar hasata la cocina, e incluso comprometer su rebote. Contagiados por el espírito de nuestro base, pronto empezamos a jugar y entró en juego José Ramón, que rompió su defensa una y otra vez con un gran tiro de media distancia. Casi sin creérnoslo llegamos por delante al final del primer periodo.

Pero ahí llegó nuestro periodo maldito. Lo peor que le puee pasar a un equipo que es inferior en altura es que encima empiecen a acribillarlo desde el exterior, en el segundo cuarto recibimos hasta 5 triples. El no poder parar su ataque nos afectó mucho mentalmente, y tampoco fuimos capaces de reaccionar en ataque, con sólo dos canastas conseguidas. Posiblemente el peor cuarto de la temporada.

A partir de aquí el partido volvió a cambiar. En algunos momentos del tercer cuarto pareció que podíamos disputar el partido. Clave fueron los dos triples consecutivos de David, que por primera vez en la temporada recordó al jugador clave para nuestro ascenso. Moriles supo reaccionar a cada parcial y mantuvo la distancia a final del cuarto.

En el último cuarto jugamos ya con los jugadores menos habituales, y el partido resultó bastante entretenido. Sólo el principio del cuarto se decantó para Moriles, el resto fue incluso dominado por nosotros.

En resumen, a Moriles le bastó un cuarto para ganar un partido con solvencia, como lo hacen los grandes equipos; José Ramón y Roberto demostraron que hace falta mucho más que tíos de dos metro y pico para pararlos y David parece que puede volver a ser el jugador decisivo que esperamos de él.