Chickens

Clásico de la liga, contra un equipo amigo con el que hemos disputado auténticos partidazos. 

En esta ocasión Tuku Tuku andaba en horas bajas, mientras que nuestro equipo era aspirante a pasar de fase, por lo que, a priori, debería ser un partido cómodo, pero nada más lejos de la realidad.

El partido comenzó muy bien, con nuestro equipo lanzado, anotando desde el triple, en transición y controlando totalmente el partido. Esto se mantuvo durante los primeros cinco minutos, momento en el que Tuku Tuku realizó uno de sus clásicos cambios totales de quinteto. A partir del cambio de quinteto el partido fue otro por completo. Tuku Tuku comenzó a anotar, especialmente desde el triple. También mejoró en rebote y en defensa, mientras que nosotros ya no anotábamos con facilidad. El primer cuarto acabó bastante igualado, sobretodo, teniendo en cuenta la ventaja obtenida al principio.

Con el inicio del segundo cuarto volvió el primer quinteto de Tuku Tuku. Cabría esperar que volviésemos a tomar ventaja en el marcador, pero nada más lejos de la realidad. Espoleados por sus compañeros, siguieron dominando el partido, y consiguiendo secarnos por completo. Durante el segundo cuarto sólo conseguimos dos puntos. El partido se estaba complicando.

El tercer cuarto comenzó igual al segundo. En algunos momentos parecía que hubiésemos dado el partido por perdido, jugando apáticos. Llegaron las mayores desventajas en el marcador, pero de repente comenzamos a reaccionar, desde la defensa, y con la defensa llegaron algunos robos que propiciaron canastas fáciles y, finalmente, el cuarto cayó a nuestro favor.

Con el partido en un puño llegamos al cuarto decisivo. Pasaron los cinco primeros minutos y ningún equipo conseguía romper. Fue ya a falta de tres minutos cuando llegaron varias canastas consecutivas pro nuestra parte y cuando Tuku Tuku se comenzó a poner nervioso. Con los nervios les llegó una avalancha de puntos encajados y el partido terminó con once puntos de ventaja que, para nada, reflejaban lo sucedido durante el partido.

Lo más positivo, el buen ambiente del partido, y la capacidad de reacción que demostramos al final. Pero debemos tener claro que no podemos confiar en que siempre nos salvemos con un empujón final.