Chickens

Dicen que el que no aprende de sus errores está condenado a repetirlos. Este partido parece confirmarlo.

En esta ocasión nos enfrentábamos contra BBall Huerta de la Reina, pero el guion fue exactamente el mismo del partido jugado sólo 3 días antes, contra El Dorado. Más cruel si cabe, pues a falta de 4 minutos aún dominábamos el partido.

Como suele pasar siempre que nos toca jugar dos partidos en una semana, se produjeron muchas bajas. Sólo 7 jugadores, y gracias a que se reincorporaba Roberto tras su larga baja por lesión. Nuestro rival llegaba aún más corto de efectivos, sólo 6 jugadores.

El partido comenzó muy favorable para nosotros. Imponíamos un ritmo tranquilo, donde dominábamos bajo tableros y donde apenas recibíamos canastas. BBall se mantenía dubitativo, por miedo a hacer faltas o cansarse en demasía y no poder acabar el partido.

A mediados del primer cuarto llegó su entrenador. Quique lo vio claro desde un principio, si BBall quería luchar por el partido teniá que cambiar el ritmo. BBall comenzó a presionar y a correr cada vez que podía, y así comenzaron a llegar sus canastas, aunque nuestro ataque seguía siendo productivo, y eso evitaba que pudiesen correr en todo momento.

Cada vez que nos atrancábamos un poco en la anotación se producía un parcial a favor de BBall. Por suerte no nos atrancábamos demasiado, y teníamos que poner toda la carne en el asador para volver a recuperar la ventaja. Esto iba haciendo mella en nuestro fondo físico.

A mediados del tercer cuarto Roberto ya estaba desfondado. Perdíamos un base, y llegarían en este parcial las primeras ventajas de BBall. Para contrarrestar cambiamos a defensa individual, y eso nos acabó de rematar.

Por puro coraje, echamos el resto, y conseguimos aguantar hasta que sólo faltaban cuatro minutos. Aquí llegó un triple del número 14, y posteriormente varias canastas del número 8, que ya fueron demasiado para nosotros y bajamos los brazos. 

Sólo queda felicitar a nuestro rival. Jugaron muy bien y demostraron una gran forma física. Destacar especialmente al número 9 y al 8. El primero dirigió a su equipo magistralmente, mientras que el segundo nos destrozó con su triples (4/7) y canastas aro pasado. Tuvieron una valoración de 32 y 21, respectivamente, creo que eso lo dice todo. 

Si hubiésemos jugado a nuestro ritmo, o si hubiesemos forzado más buscando faltas, posiblemente el resultado hubiese sido distinto, pero no se hizo y caemos un poquito más en la clasificación.