Chickens

Último partido de la primera fase. Tendría que haberse disputado una semana antes, pero era festivo y no se presentaron, aunque tampoco nos avisaron, y nos presentamos el equipo casi al completo para nada.

Pese a la pésima temporada, llegábamos con opciones de meternos en el grupo intermedio, el que lucha por las plazas del 9 al 16, sólo necesitábamos ganar el partido. Pero si perdíamos, quedaríamos penúltimos del grupo, y arrastraríamos una derrota y una victoria, lo que nos llevaría al peor puesto ocupado en la historia de los Chickens. 

Nosotros nos jugábamos algo, mientras que nuestros rivales sólo se jugaban el arrastrar una derrota a la siguiente fase, y el orgullo de ganar el partido. Así que comenzamos más metidos en el partido. Las primeras diferencias las marcamos nosotros. Nuestro rival no conseguía sentirse cómodo atacando a la defensa en estático, y sólo conseguían anotar gracias a la velocidad de sus contragolpes. Estos contragolpes hicieron que acabase igualado el primer cuarto.

El segundo y el tercer cuarto fueron calcados al primero. Una primera fase donde abrimos un parcial y una última de descontrol donde nos anotaron de contragolpe. Destacaba en esta faceta su jugador número 16 (Sánchez), que con su velocidad y altura nos anotaba en contragolpe una y otra vez. Además era su principal baluarte a la hora de capturar rebotes.

Y así llegamos al último cuarto. A falta de 8 minutos el marcador estaba 34-34. Los dos equipos estaban ya calientes y el árbitro avisó que la próxima protesta supondría una técnica, fuese quien fuese el que protestase. El partido se volvió un correcalles, El Dorado anotó dos canastas y decidimos pedir un tiempo muerto, que no llegó a tiempo, sacamos de fondo, su jugador 18 robó el balón a Chaqui y el banquillo se levantó inmediatamente, lo que consideró como protesta el árbitro, dio validez a la canasta, nos castigó con técnica y ahí se acabó el partido, y con el nustras esperanzas de luchar por un puesto en el grupo intermedio.

La diferencia ya era muy complicada, viendo la escasa anotación que se había dado hasta el momento. Las prisas no son buenas consejeras y deshicimos en apenas seis minutos todo el buen trabajo hecho desde el inicio del partido. 

Tocaba luchar en el grupo de abajo por una posición lo más digna posible.